martes, 11 de marzo de 2008

Una vez más, el poder de los medios

Realmente es triste lo que sucede en la mayoria de los medios, yo trabajo en uno (www.mediotiempo.com, un medio deportivo) y la verdad no ha ido bastante bien y sin necesidad de notas amarillas, inventarlas; pero bueno en éste caso al que me quiero referir es al periódico Milenio, en especial al columnista Carlos Mota, ¿quién es éste compadre?, no lo se puede ser ignorancia mia pero la de el es peor.

Con que autoridad dice que los alumnos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y de Filosofía de la UNAM estamos destinados a no generar empleos, dinero, y lo peor que nuestro destino está en la FARC.

Siento que es una estupidez sobre todo el hecho de generlizar en que TODOS vamos por ese camino. En mi caso yo no comparto ideas de la FARC, de Chávez, de izquierda, pero para éste señor cualquier estudiante de éstas facultades si tiene comunión con esas ideas.

Por tratarse de un medio masvo habrá mucha gente que le crea, lamentablemente, y pues todos los estudiantes seremos iguales, pero no es cierto, una de las virtudes que tiene la Universidad es la pluralidad de ideas, habrá gente que sea de derecha, centro o de izquierda, y realmente hay que valorarlo, imagínense que nos obligaran a compartir cualquiera de éstas tres posturas, la que sea, se estaría violando la libertad del hombre de elegir.

Pienso que los que somos universitarios no nos debemos de ofender por pseudointelectuales como éste señor, pienso que si hay personas de éstas facultades que están interesadas en generar empleos, ganar dinero y/o estar en una empresa de nivel internacional, entre ellas me encuentro yo.

Aquí les dejo el texto para que se diviertan un rato...

¿Qué perspectivas profesionales tiene un joven que estudie en la Facultad de Filosofía y Letras o en la de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM? ¿Podría ser contratado en empresas como Unilever, Nokia, Sony o Cemex? ¿Querría? ¿Está preparado para agregar valor económico o para generar empleos?

Durante la única conferencia que dicté en uno de los auditorios de la UNAM, años atrás, recuerdo que los estudiantes me escuchaban con cara de no entiendo nada, como si les estuviera hablando de otro planeta. Yo les hablaba de liderazgo empresarial, y les puse ejemplos de Bimbo o Sabritas. Yo he dado clases por años, y no tengo problema para comunicarme en un lenguaje claro con quien no domina la materia de negocios. El problema estaba del otro lado.

Los numerosos ejemplos de estudiantes de esas facultades, empezando por El Mosh y aderezado esta semana por Lucía Andrea Morett Álvarez —la estudiante mexicana herida en el campamento de las FARC en Ecuador—, deberían merecernos reflexiones serias sobre los programas académicos, las habilidades conceptuales y —en todo caso—, el adoctrinamiento de que son sujetos algunos jóvenes en esas aulas.

Ojo. El problema no está en la disciplina, pues hay exitosos egresados de licenciaturas afines que se emplean en agencias de investigación de mercados o que se insertan en procesos creativos en corporaciones que gustan de nutrirse de talento diverso, multiplicando las posibilidades que les brindan los egresados de las facultades de negocios o economía.

No. El problema está en la intención profesional con la que egresan varios jóvenes de esas facultades. Quieren romper el mundo, no construirlo. Uno, que está en el mundo de los negocios, se puede topar con un dentista transformado en publirrelacionsta teniendo éxito, prosperando, aunque no fue en lo que originalmente estudió. Pero no es común hallar un filósofo de la UNAM inserto en el mundo de los negocios. ¿Por qué será?

En Estados Unidos es numeroso el grupo de filósofos o egresados de escuelas de arte que luego estudian un MBA. ¿Su propósito? Hacer negocios. Prosperar. Aquí, sin embargo, los exportamos a los campamentos guerrilleros latinoamericanos. ¿Por qué es ese su destino?

1 comentario:

Mario Manterola dijo...

Ok Ok, sí fue una pendejada generalizar, pero también es cierto que de la UNAM salen un montón de subnormales que le dan mala fama, y ahí nos puedes contar a tí y a mi, y sobre la relación de los estudiantes... "los estudiantes" y no la institución misma, con movimientos subversivos en América Latina, y te lo digo yo que fue mi nota del martes de la semana pasada, eso también es cierto.

Como diría el Dr. Lumbreras: "pues vuélvete chairo"